ANÁLISIS Y OPINIÓN
Unidad hasta que duela
Por Juan Manuel Morena
Todos los sectores de la central dirán presente hoy en el Estadio del Club Atlético Defensores de Belgrano para conmemorar el Día del Trabajador.
El acto por el 1° de Mayo que este martes realizará la Confederación Generla del Trabajo (CGT) tendrá muchos condimentos y marcará la posición de la central de cara a las elecciones o el margen que la política le impondrá a una central con problemas de agenda.
Lo primero que habría que observar es que ante el malestar que generó en Pablo Moyano la exclusión de la primera reunión por el acuerdo de precios que hubo entre la CGT y Sergio Massa días pasados. Una situación que, por un momento, puso en riesgo el acto de esta tarde en el Estadio de Defensores de Belgrano, en el barrio porteño de Nuñez. Pero fue Hugo Moyano quien dio la orden directamente a todo el espacio que finalmente hoy se moviliza. No le dio margen a Pablo de algún otro tipo de movida. Cosa que podía ser inexplicable para todos; que no esté Pablo y que Hugo esté sentado abajo.
La acreditación y parte de la organización la tiene el espacio de Pablo, hoy cosecretario general de la central y al mando de los gremios del Frente Sindical, y los Gordos en algún momento vieron que por ese lado se podía complicar.
De las acreditaciones surge un segundo punto a analizar: los sectores K del sindicalismo retiraron todos los cartones, se anotaron todos para el acto. Sorprendió en CGT. Hoy van a estar todos, todos los sectores de la CGT. La unidad tiene que ser total. Es parte del discurso que el ministro Walter Correa volcó en su columna en Mundo Gremial para conmemorar el Día del Trabajador.
También todo un dato en este sentido fue la presencia de Carlos Acuña, hombre de Luis Barrionuevo, en el acto de Cristina Fernández de Kirchner en el Teatro Argentino el jueves pasado en La Plata.
Hoy los oradores serán solamente los tres secretarios generales de la CGT, si están presentes, y no habrá palabras de políticos como se especuló en algún momento, como el caso del ministro Massa.
En un escenario electoral de tercios, el margen es muy pequeño y a nadie le está sobrando nada. Lo poco de cada uno es mucho. Pero para el movimiento obrero puede ser una oportunidad ante tanta crisis que sólo con la unidad le puede dar una oportunidad.
