LA REGIÓN
La CGT La Plata comienza la era pos Quintana con muchos interrogantes
La regional platense atraviesa su peor momento histórico, desorientada políticamente y sin representación legislativa.
De la consagración del nuevo Consejo Directivo Nacional a esta parte, la conducción de la CGT llevó adelante los procesos de normalización en un importante número de regionales del país bajo la bandera de la unidad y en pos de garantizar la incorporación de la mayor cantidad de sindicatos posibles a la nueva estructura cegetista.
Para tal fin fue designado Horacio Otero, coordinador nacional de la Secretaría de Interior de la CGT. De Tierra del Fuego a Jujuy, de Chaco a San Juan y en gran parte de las poderosas regionales del conurbano bonaerense, ya se concretaron las normalizaciones y hay nuevas conducciones zonales.
Normalización de regionales de CGT: se avanza en territorios peronistas
Pero no todas corrieron la misma suerte. Un caso puntual es la Regional CGT La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, General Paz, Magdalena y Punta Indio donde la situación comienza a generar tensiones internas, con algunos interrogantes.
La normalización en la regional platense estuvo paralizada por la delicada situación de salud que atravesaba el secretario general Carlos Quintana, también titular de UPCN Seccional Provincia de Buenos Aires, fallecido la semana pasada.
Desde hace años, el armado cegetista en la región está representado por dos grandes sectores: uno liderado por Quintana, y el otro, por el secretario general del SOSBA y la FEGEPPBA, Julio Castro, quien hoy está llevando adelante la coordinación para el ordenamiento de la regional. Lo hace con apoyo de quienes por estos días están a cargo del gremio UPCN.
Las organizaciones coincidían que ante la delicada situación de salud de Quintana no era momento de discutir, aunque las conversaciones ya estaban en curso con fuertes cuestionamientos por la demora en una definición.
Desde el apartamiento de Quintana de la vida sindical, hace más de cuatro meses, empezaron a ser visibles los problemas que genera la falta del liderazgo que siempre tuvo el fallecido dirigente, con sus luces y sombras. Muestra de ello es lo relegado que quedó el movimiento obrero platense de las listas a legisladores del año pasado, del último cierre del PJ local y de la falta de protagonismo que está teniendo la CGT en la región.
Con los últimos cierres, que dejaron sin expectativas a los sectores sindicales, más el movimiento hacia el macrismo que hizo el camionero Miguel Forte, el sindicalismo local quedó sin capacidad de presión.
También es importante remarcar que el inicio de la gestión de Axel Kicillof, el apoyo recíproco no se dio con las organizaciones de CGT, sino con ATE y SUTEBA, integrantes de las CTA Autónoma y de los Trabajadores, respectivamente.
La falta de ordenadores es también remarcada por la CGT nacional, que respeta los tiempos de la dirigencia local, pero advierte que la organización vence al tiempo y a los hombres. De esta manera sentencia que la situación deberá destrabarse en el corto tiempo. Ya casi están normalizadas la totalidad de las regionales importantes del conurbano, y el atraso en las decisiones en la CGT La Plata genera tensiones también en el alto nivel.
“Quintana llevaba la agenda de muchos gremios locales que hoy quedan huérfanos”, remarca un funcionario de la cartera laboral con mucha experiencia, y que marca el desbarajuste que hoy transita el sindicalismo regional platense. Ahora bien, la pregunta que retumba es quién podrá ocupar el rol del extitular de la CGT.
Quintana supo conquistar poder en el gremialismo local y ser padrino de varias organizaciones regionales. Lidera la Seccional bonaerense de UPCN desde 1985 y fue consagrado secretario general de la Regional de CGT en 1996. También fue diputado provincial.
Su crecimiento fue constante hasta 2008 cuando un quiebre en la delegación regional generó la aparición de otro sector que nucleó a decenas de sindicatos de la mano del sanitarista Julio Castro en conjunto con el macrista Miguel Forte de Camioneros. Hoy ambos sectores pujan por la conducción y la falta de un sucesor nato de Quintana resiente el rearmado de la nueva CGT La Plata, que de no encontrar cause en las próximas semanas, podría derivar en situaciones de alta conflictividad interna.