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ANÁLISIS Y OPINIÓN

Furlán y la crisis silenciosa en la UOM

Las paritarias no fueron lo que se esperaba dentro del mundo metalúrgico. El cierre dejó heridas en seccionales importantes que quieren tener protagonismo. El rol del gremio en la CGT.

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Por Juan Manuel Morena

El paro y la movilización de la semana pasada que realió la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue el punto máximo de un conflicto interno que viene escalando desde el desplazamiento de Antonio Caló por Abel Furlán al frente de la organización.

En off.

Furlán rápidamente, después de desplazar al Tano, ubicó a los metalúrgicos en la mesa “Ensenada” que la integraban junto a Sergio Palazzo de los bancarios, Roberto Baradel, Walter Correa, Hugo Yasky y orillaba el Smata de Ricardo Pignanelli, entre otros. Un espacio identificado en el kirchnerismo con línea directa con Cristina Fernández. Del que finalmente terminó “colando” solamente a Mario «Paco» Manrique en las listas de UxP.

La UOM pudo aportarle a este espacio el respaldo al relato industrialista, tarima que Palazzo no podía aportar en el discurso K. ¿El sector financiero era el exponente sindical de Cristina? Sumado a esto, la extensión territorial y la secretaria de interior de la CGT se puso en la mesa con el proceso de normalización de delegaciones regionales más importante desde la vuelta de la democracia hasta la fecha.

Pero Furlán se jugó un pleno, sin retaguardia. Primero que la historia de la UOM tiene puntos de choque con el relato histórico camporista. Vandor y Rucci dos claros ejemplos. Que hasta hace poco se insultaban en público. Eso se respiró en Mar del Plata en el último congreso. Desafío mayúsculo.

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Y la realidad es que la UOM no fue protagonista en los cierres de listas, y si las elecciones nacionales las pierde el peronismo, empieza otro camino. Hoy las paritarias no fueron lo que se esperaba dentro del mundo metalúrgico (punto crítico que desplazó a Caló). Pudieron imponer el número que fueron a buscar, pero saben que no alcanza.

Hay seccionales mucho más importantes que las de Furlán que quieren tener protagonismo y quedaron heridas en el último cierre. En CGT Furlán no va, no participó de ninguna reunión importante, y eso se siente. Hasta hoy tampoco fue invitado a la mesa de decisiones. No estuvo presente en el primer Consejo Directivo del año y no participó técnicamente en nada. El que sí estuvo el miércoles pasado en la visita de Sergio Massa a CGT fue Antonio Caló. El sindicalismo tiene un camino de confianzas, o de desconfianzas.

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La sumatoria de todos estos factores pueden reconfigurar un nuevo escenario dentro de la UOM. “Todos estamos hablando con todos, no creo que podamos seguir así ni gremialmente ni políticamente”, dice un importante metalúrgico. El corredor norte es un hervidero. Lo mismo dicen en CGT.