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Tercer día de la Conferencia de la OIT: la economía social en el centro del debate de la transición justa
Ante el problema del sobreempleo que arrojó la pandemia, un diagnóstico ampliamente compartido, la solución que proponen muchos países es la creación de una coalición mundial por la justicia social.
Entre críticas y apoyos hacia la falta de representación Sindical de Qatar en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, las sesiones plenarias estuvieron signadas por exposiciones de distintos países que, además de contar cuál es la situación laboral que atraviesan, deslizan planificaciones y conceptos que consideran claves para poder abordar la crisis laboral global.
La condición de las mujeres en el trabajo del hogar, la protección de la maternidad y la discapacidad frente al nuevo mundo laboral del sobre-empleo y la economía social no formalizada son ejes medulares de varias presentaciones. La Cumbre trabaja en comisiones entre grupo de empleadores, grupo de trabajadores y grupos gubernamentales.
En lo que refiere a los grupo de trabajadores, entre los que expondrá mañana el Secretario General en la Unión Obrera de la Construcción Argentina, Gerardo Martínez, las comisiones debaten sobre Aplicación de Normas (CAN), normativa sobre Aprendizajes (CN) y discusión General sobre una Transición Justa (CDG), éste último uno de los títulos centrales que debaten los 187 países Miembros.
El sistema tributario y los sistemas financieros mundiales parecen ser la cara de una misma moneda: mientras se planifica cómo regularizar el trabajo informalizado, que según detalló Theresa Torkwase Bul, representante de las Mujeres en Empleo Informal de Nigeria hoy representa el 61 por ciento de la mano de obra mundial, el mundo de las finanzas aparece sin rostro de organización sindical para los trabajadores y trabajadoras de las plataformas digitales y los empleos que surgieron de los avances tecnológicos.
Qué planteó la CGT argentina acerca de los aprendizajes y el nuevo contrato social
Varias delegaciones y representantes de trabajadores coinciden en la necesidad de revisar el contrato social del mundo laboral con un diálogo abierto y ampliado entre diferentes sectores sociales. Alcanzar el desarrollo sostenible solamente será posible con una mirada de la transición justa ampliada y que genere la mayor cantidad de consensos posibles.
La Confederación General del Trabajo Argentina (CGT) sugirió que “los trabajadores migrantes puedan acceder a aprendizajes de calidad”. El delegado de los empleadores de Paraguay, Luis González Arias, destacó que “revitalizar el contrato social” tiene que estar enfocado hacia el sector industrial y remarcó que su país la mayoría de las trabajadoras de Pymes son mujeres.
Ante el problema del sobreempleo que arrojó la pandemia, un diagnóstico ampliamente compartido, la solución que proponen muchos países es la creación de una coalición mundial por la justicia social. Para ello, las dos terceras partes de los Estados miembro estuvieron de acuerdo en la democratización del ingreso a la OIT de otros sectores más representativos de la coyuntura laboral.
“Los que recogemos los residuos, los vendedores callejeros, los trabajadores domésticos que están en casas deben ser incluidos en el diálogo social. Deben de ser capaces de negociar colectivamente y también tienen que estar en la mesa donde se planifiquen y tomen decisiones sobre políticas que afectan a su trabajo”, dijo Theresa Torkwase Bul, quien también integra la Alianza de Trabajadores de Residuos que comienza a ser reconocida a nivel internacional.
La próxima semana estará presente en la Conferencia Internacional del Trabajo la ministra de Trabajo de la Argentina, Kelly Olmos. Si bien no se conocen detalles sobre su exposición, hay expectativa de los sectores de los trabajadores por escuchar su ponencia en pleno año electoral y con cifras no muy alentadoras en relación a los salarios del trabajo formalizado.